viernes, 11 de junio de 2010

El final y el principio de algo nuevo....

Hoy ha sido mi última clase en esta facultad, mi última clase en esta carrera y mi última clase en esta asignatura. Al darme cuenta de esta realidad, soy consciente de que no habría un modo mejor de acabar un periodo de mi vida como este, que de esta manera, en clase viendo las obras de mis compañeros y compartiendo lo que para ellos ha supuesto y supone vivir día a día.

Después de un mes y pico, intenso y caótico, me he dado cuenta que se ha acabado, que en cierta medida, sé, que lo he disfrutado, aun a pesar del estrés y las prisas. A veces, no nos damos cuenta de la importancia de lo que hacemos. Pero creo que en esta asignatura, todos hemos visto, que ya el mundo no lo vemos igual.

Posiblemente, pase el tiempo y olvidemos a todos aquellos que se sentaban en las sillas de nuestro alrededor, olvidemos el estrés vivido, la presión, etc. Pero estoy segura, que todos sin excepción, recordaremos las experiencias que hemos vivido en esta asignatura, y lo que tras finalizar una etapa, nos ha enseñado. Quizá, algunos hasta utilicemos lo que hemos aprendido, quizá otros ganen premios por sus obras. En definitiva, a todos nos ha dejado una huella, que significa un punto de inflexión en nuestra pequeña existencia.

jueves, 3 de junio de 2010

Para finalizar la asignatura: mí autoevaluación

Autoevaluación

Para hacer una auto-evaluación sobre mí, en el transcurso de esta asignatura, he de plantearme diferentes apartados.

En primer lugar, basándome en los criterios de evaluación de la asignatura y en mí desarrollo personal, considero que en cuanto a:

1. Participación en la experiencia didáctica Video-Box: con respecto a la participación en esta experiencia, voy por mi segunda respuesta al video-diálogo y he hecho un cuaderno de campo que se pedía, siguiendo los ítems marcados. Ha sido y esta siendo una experiencia muy interesante, porque me rompe los esquemas cada vez que me manda un video, ya que son diferentes unos de otros y no se cual será el resultado siguiente al video que yo he mandado, pero estoy realmente intrigada.

2. Ejercicios y propuestas de clase: he ido a todas las clases, y he hecho todas las experiencias que se han propuesto. De las cuales, de algunas he hecho una reflexión, sobre lo que habían significado para mí esas experiencias. Sinceramente, me fui dando cuenta poco a poco, de la importancia de estas experiencias y de lo que ellas han ayudado al desarrollo de mis trabajos finales. Para mí, ha sido muy gratificante realizarlas, aunque a veces me he tirado una semana entera dándole vueltas a como hacer aquello que mi cabeza estaba pensando. Pero los resultados han valido la pena.

3. Obra plástica o visual: para ella decidí hacer un video sobre si realmente somos libres. De los programas que he utilizado, el Adobe After Effects es un programa difícil y a penas he necesitado ayuda. El resultado de la obra ha sido magnífico, a mi parecer. Así mismo, he presentado un DVD con la imagen de la portada (que es el final del video), y un librito sobre el contenido del mismo, cuidando todo con esmero de que su estética fuera acorde con el contenido que pretendía transmitir. La realización de este video ha sido una forma de sacar mis sentimientos, mis pensamientos y mostrarlos en clase, y fue muy gratificante experimentar que tanto a mis compañeros, como al profesor, le gustara mi trabajo y lo entendieran.

4. Trabajo de investigación teórico-visual: consensuado previamente con el profesor el tema “Como se produce el desarrollo artístico”, comencé a escribir. Sin embargo, al pasarlo a ordenador, me dí cuenta que apenas había escrito más que una página, y pensé que me iba a resultar difícil escribir cinco folios. Poco a poco, a medida que fueron surgiendo nuevas ideas relacionadas con el tema, las palabras fueron fluyendo, y de un folio acabé escribiendo siete. Este ensayo ha sido un desafío, pues no quería escribir algo teórico. Lo que quería, era plasmar mi opinión en base a algunas definiciones, y la lectura de algunos textos relacionados con el tema. Además de analizar y reflexionar sobre cómo se produce el desarrollo artístico, desde una perspectiva más personal. Viendo el resultado final, creo que lo he conseguido.

En segundo lugar, hay que tener en cuenta el interés mostrado en la asignatura mediante:

o Asistencia a tutorías, para la consulta de dudas, consensuar el tema del ensayo, etc.

o Entradas sobre exposiciones de interés para la asignatura, concursos, seminarios, etc. Que he ido metiendo en el blog a medida que iba encontrándolas.

o Reflexiones sobre el transcurso de la misma y las experiencias llevadas a cabo, para que el profesor tuviera un mejor seguimiento de mi desarrollo en la asignatura.

o Asistencia a clase y entrega de trabajos en la fecha marcada.

o Todos los trabajos los he realizado con gran interés, manteniendo una estética acorde con los contenidos que se pedían.

o Creación de un segundo blog, llamado “el arte del pensamiento”. En un intento de completar el trabajo del blog obligatorio.

En tercer y último lugar, he tenido un amplio desarrollo en esta signatura, lo cual he demostrado diariamente, reflexionando y mejorando todo cuanto constataba que tenía algún fallo.

Para mí, esta asignatura ha sido una de las que más tiempo he dedicado, porque me parecía muy interesante todo el planteamiento pedagógico y a nivel de dinámica de clase, desde el principio. Del mismo modo que me ha parecido que tiene un gran potencial de aplicación práctica posterior.

Considero, que esta auto-evaluación habla por si sola de mi trascurso en esta asignatura, que no necesito decir “me pondría tal nota”, pues ya me la he puesto al escribir los anteriores párrafos.

lunes, 31 de mayo de 2010

Trabajo de investigación teórico-visual. Ensayo

¿Cómo se produce el desarrollo artístico?

Para comenzar os diré, que cuando pensé en escribir sobre el desarrollo artístico y todos sus entresijos me plantee abordar de lleno la cuestión, sin pensar en los precedentes de este asunto. No fue hasta ese momento, y tras la lectura de textos relacionados con el tema, cuando me di cuenta que debía plantearme una serie de interrogantes anteriores al que quería desarrollar; Así como: ¿Qué es ser artista? ¿Por qué a unos se les considera artistas y a otros no?

Estas fueron las primeras cuestiones que me planteé, pero si ahondáramos más, nos daríamos cuenta que lo primero que debía plantearme era ¿Qué es o qué somos los seres humanos? ¿Qué es el desarrollo? ¿Qué hay que hacer para que se produzca el desarrollo en los seres humanos? La respuesta a esta pregunta es clara: educación.

Y después de estos interrogantes surgieron más: ¿Qué es educación? ¿Qué es necesario para educar? A lo que respondería diciendo que son necesarios dos entes, “el que enseña” y otro que “aprenda”, lo pongo entre comillas porque muchas veces la persona que enseña, no realiza su labor, a pesar de que el receptor si aprende porque, por poner un supuesto, el alumno por su cuenta estudie sobre la materia y aprenda por ello cosas sobre la misma. Voy a poner un ejemplo para clarificar esta cuestión: un profesor de historia, imparte clases teóricas y cuando los alumnos le hacen preguntas no las responde o repite lo mismo que ya había dicho, al final el alumno que esté interesado en saber esa respuesta, podrá buscar información en otras fuentes como: una enciclopedia, sus padres, internet, etc.

Es preciso que este proceso de enseñanza-aprendizaje se dé bidireccionalmente, y en las mejores condiciones posibles, pues ambos componentes de esta interacción comunicativa se sienten bien, se motivan y se estimulan. Además, si partimos de la idea de que el ser humano es por naturaleza curioso, toda aquella persona que satisfaga esta curiosidad hará a ese otro ser humano al que se dirige, un ser más completo y feliz, pues le estará dando la posibilidad del pensamiento y el razonamiento, del conocimiento y la reflexión.

Por consiguiente, para empezar mi discurso sobre el desarrollo artístico, voy a ir contestando los interrogantes que me he planteado anteriormente, y así concretar hasta llegar a la cuestión que nos ocupa y por la que consideré hacer este ensayo.

En primer lugar, si queremos hablar sobre arte tendremos que hablar sobre los seres humanos ya que son ellos los que lo generan y que mejor forma de empezar, que con una definición sobre ser humano para poder aclarar la lógica argumental de este trabajo. Según Karl Marx “la esencia del ser humano consiste en su capacidad creativo-transformadora”

Con esta definición podemos advertir como el ser humano está relacionado íntimamente con la creatividad y por ello con el arte. Es decir, que todas las personas tenemos una esencia de transformación y creación; todos o casi todos tenemos esa inquietud de alterar el mundo que nos rodea de alguna manera y esta capacidad nos une al arte en diferentes perspectivas y formas a cada uno de nosotros.

Si seguimos adentrándonos en el tema y en nuestras interrogantes planteadas; ya que tenemos una definición de ser humano debemos abordar la cuestión de qué es desarrollo y qué relación tiene este con la evolución del hombre, para lo cual he considerado importante buscar una definición. Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE) se define el desarrollocomo la acción y efecto de desarrollar o desarrollarse. Y relacionado con este término está, el verbo desarrollar, el cual podríamos definir como acrecentar o dar incremento a algo de orden físico, intelectual o moral.”

Esto significa que para que se produzca el desarrollo en el ser humano debe existir la acción de incrementar algún aspecto físico, intelectual o moral. Para realizar esta acción debe existir una serie de procesos de aprendizaje que son los que hacen posible el desarrollo en cualquier aspecto de los antes comentados. Por consiguiente, para que se promueva el aprendizaje, en cualquier aspecto relacionado con la evolución del ser humano es necesaria la educación.

Consecuentemente, debemos preguntarnos qué es educación definiéndola de la siguiente manera: “La educación puede definirse como el proceso de socialización del individuo, produciendo así la asimilación y aprendizaje de unos conocimientos, implica además una conciencia cultural y conductual. Es decir, el proceso educativo se materializa en una serie de habilidades y valores, que producen cambios intelectuales, emocionales y sociales en el individuo”.

Podemos ir viendo como los términos de desarrollo y educación ser relacionan, ya que gracias a la educación se produce el desarrollo, es decir, gracias a los procesos de enseñanza- aprendizaje se evolucionan en aspectos tanto físicos, intelectuales como morales en los seres humanos.

Centrándonos en estos procesos de enseñanza-aprendizaje, habría que mencionar dos razones que merman la educación o los procesos educativos de los alumnos, que son: la incoherencia del docente en la especificación de en los criterios de evaluación y la motivación que ejerce el profesorado sobre los alumnos.

Bien es sabido que cuando un profesor es incoherente o no especifica bien los criterios o requisitos que se precisan para el aprendizaje de una materia, los procesos de aprendizaje en los alumnos no son igual de buenos, es decir, que un profesor proponga una serie de ejercicios un día en base a unos criterios y al día siguiente cambia de opinión con respecto a esos mismos criterios que él había mandado, o que cuando mande una determinada tarea al alumnado no clarifique bien los requisitos de la misma. Esto hace que el alumnado no aprenda de una forma coherente.

Y por otra parte debemos fijarnos en la motivación. La mayoría de los docentes piensan que su asignatura es la única y que en ella debes darlo todo, pero se olvidan que para que eso se dé debe haber una retroalimentación; se debe motivar al alumno y reconocerle su trabajo cuando está bien y saber guiarle cuando no va bien encaminado hacia lo que se ha pedido. Para ejemplificar este punto supongamos que a un alumno se le ha pedido que realice un trabajo sobre la historia de la mujer en Andalucía y este alumno se documenta sobre el tema con libros, noticias, etc., y después además redacta sus propias ideas en base a esa documentación, entonces habrá que reforzarlo diciéndole que ha hecho un buen trabajo. Ahora bien, si otro alumno en esta misma situación, hace un trabajo solo sobre historia y no relacionado con la mujer en Andalucía, habrá que decirle que eso no era lo que se le había pedido y guiarlo hacia lo que pedíamos.

En definitiva, la labor de un buen docente, si quiere que su materia y los contenidos que hay en ella se transmitan a todo el alumnado o a la gran mayoría de ellos, debe especificar bien los criterios y además motivar al alumnado que lo esté haciendo bien, que lo esté haciendo en base a los criterios que se han pedido. Sin embargo, no siempre es así y por ello mismo nos encontraremos con personas que no disfrutan de ciertas materias, que no han aprendido nada de ellas y que llegado el final, les gustaría no volver a saber nada sobre este tema.

Concluyendo con esta idea y relacionándola con el tema que nos ocupa, no debemos olvidar que para producir el desarrollo artístico en nuestro alumnado debemos tener en cuenta los factores antes mencionados, es decir, debemos clarificar bien lo que queremos y motivar a nuestros alumnos en el desarrollo de sus tareas.

Llegado este punto, después de contestar todos estos interrogantes, habría que plantearse otros más específicos y concretos, relacionados con el tema como: ¿qué es arte? ¿Se puede enseñar el arte? ¿Cómo se enseña a producir el arte? ¿Y a pensar de forma artística? Podríamos decir que mediante las propias capacidades que tenga el individuo como: creatividad e imaginación, o quizá fomentándoselas, mediante el propio pensamiento y el hecho de intentar ver el mundo desde otros prismas. En relación con las éstas, surgen nuevas preguntas: ¿qué es la creatividad? ¿Cómo se producen? ¿Todos tenemos esa capacidad o habilidad en nosotros? ¿Cómo se puede enseñar?

Centrándonos en el tema que nos ocupa, vamos a definir qué es arte. El arte es o se puede concebir como un concepto subjetivo, debido a que su punto de partida es el individuo y su pensamiento. ”El arte involucra tanto a las personas que lo practican como a quienes lo observan”. En los párrafos siguientes se plasman varias reflexiones sobre la importancia de cómo mirar una obra de arte y las distintas perspectivas o los diferentes modos de ver.

Si consideramos la cuestión de si se puede enseñar arte, hemos de volver al concepto de educación y darnos cuenta que el arte se puede enseñar mediante unas técnicas y unos pasos, aunque también es igual de importante dejar libertad creativa al alumno e impulsar el pensamiento creativo en aquellos alumnos que en un principio no lo tenga. Ya que todo ser humano tiene la capacidad del pensamiento, lo cual le da la capacidad de reflexión y estas dos son necesarias para poder aprender arte y que se produzca en definitiva el desarrollo artístico.

Para poder entender mejor la creatividad y la importancia que tiene en el desarrollo de los procesos mentales de un individuo, y como este acaba plasmándolo en una obra, debemos entender primero qué es creatividad. Y para ello debemos entender primero cual es su definición, la cual nos dice que “la creatividad es la facultad de crear o la capacidad de creación, es decir, consiste en encontrar métodos u objetos para realizar tareas de manera nueva o distinta, con la intención de satisfacer un propósito”.

Realmente, la creatividad es una capacidad que forma parte de todas las personas, aunque posiblemente haya individuos en los que se desarrolle de una manera más o menos natural, lo cual no quiere decir que no se pueda enseñar, aunque obviamente no será lo mismo que si se produce de una forma espontánea.

Entre los diferentes modos y posibilidades que hay para enseñar a una persona la creatividad, explicaremos en este punto de nuestra argumentación una de ellas, que se base en hacer que una persona mire el mundo que le rodea desde otra perspectiva, por ejemplo en una situación cotidiana como puede ser ir en autobús a clase, que no solo vea personas sentadas en sus asientos, sino posibilidades de expresar algo más mediante esa escena, como sentimientos, el paso del tiempo, el caos, etc.

Después de reflexionar sobre la argumentación precedente, he de plantearme, qué podría considerar como desarrollo artístico. En general, la mayoría de nosotros solemos pensar que: o naces con dotes artísticas o no eres artista, que el arte es algo de alguna forma genético, algo innato. Pero igual estamos equivocados al pensar así, ya que el arte o el desarrollo artístico, se produce, nace y se crea a partir de una idea, un pensamiento fugaz en un momento determinado.

Bien es cierto, que hay una serie de personas con una capacidad artística mayor que la de otros, pero eso no quiere decir que los demás no tengan ninguna aptitud, ya que en todos los seres humanos se encuentra la posibilidad de mirar la realidad desde otra perspectiva y transformarla creando algo nuevo.

Llegados a este punto, podemos llegar a pensar que quizá una de las claves del llamado “artista”, a parte de sus capacidades y habilidades como tal, es que cree que lo es. Quiero decir con esto, que una persona se cree que es una cosa determinada, cree realmente que es un artista en acto y no solo en potencia, como se definiría de una forma filosófica y esto hace, de hecho, que lo sea. Os contaré una anécdota para que entendáis mejor esto que acabo de decir.

El otro día estando en una clase de baile moderno, una compañera nos hizo una demostración de un baile que había preparado ella para la boda de su hermana. Todo lo que hacía: como interpretaba el baile, los pasos que daba en coordinación con las manos y el resto del cuerpo, la expresión de su cara, la seguridad en sus movimientos, etc. Todo en su conjunto, te decía que sabía perfectamente lo que hacía, que lo hacía correctamente y que había nacido para bailar. En ese instante me convencí de que yo no podría hacer aquello, que no sería capaz de reproducir de una forma tan perfecta un baile; aunando interpretación y gracilidad de movimientos, así como fuerza y seguridad, pero tras unos momentos de reflexión rectifiqué y llegué a pensar, que no era una afirmación real, ya que a parte de ensayar mil veces el baile, ir a una académica, aprender cientos de técnicas y bailar hasta tener heridas en los pies, esa chica, por encima de todo, se creía lo que hacía y por eso, por ese detalle que podría parecer insignificante, la coreografía nos llenó tanto a los demás.

Como conclusión a esta pequeña vivencia deduzco que lo mismo pasa con el arte, ya que una parte está en nosotros de esa manera innata, nos hace más o menos propensos a captar el etéreo mundo del arte y plasmarlo en nuestra realidad, pero hay que tener muy en cuenta un segundo factor determinante en esta ecuación: lo que creemos que somos capaces de hacer, mediante la seguridad o confianza en nosotros mismos. Este último factor, es esencial en aquellos que no tengan la capacidad innata de producir o crear una determinada expresión artística.

Por tanto, en este punto del discurso de mi pensamiento, puntualizo que, como hemos venido viendo anteriormente; para que se desarrolle el arte se necesitan dos cosas: un pensamiento reflexivo sobre un “algo”, que no es otra cosa que la realidad que nos rodea y, por otro lado, es igual de importante creer que la obra que hemos producido tiene la intención que queríamos, en definitiva creer en que lo que hacemos es arte. Es decir, a un alumno se le plantea la creación de una obra a partir de la lectura de un texto, primero tendrá que entender el texto (pensamiento reflexivo) mediante un análisis conceptual de los términos más importantes del mismo, buscar el significado de palabras que no entiendan y haciendo una reflexión de lo que ese texto le transmite, y después cuando plasme este desarrollo conceptual en una obra, tiene que creer en que lo que está haciendo representa eso que había pensado al leer el texto (creer en él mismo y en sus intenciones).

Ahora bien, si abordamos la cuestión desde un ángulo teórico, hablando de cómo se produce el arte, podría decir que nos referimos al desarrollo de unas capacidades y unas habilidades las cuales se pueden aprender. Para ello, solemos buscar en la realidad que nos rodea una chispa que nos haga vibrar, que despierte nuestro pensamiento adormecido, nos permita sentir lo que percibimos como algo diferente y digno de nuestro interés y expresarlo de una forma especial y significativa, permitiendo abrir las alas a nuestra mente y crear una cosa tangible y perdurable en el tiempo. Podría decir que la esencia del artista está en las emociones, en su personalidad, en sus ideas, las cuales sabe plasmar adecuadamente, no importa si es una escultura, un cuadro, un video, etc. Lo que importa, en el preciso instante de contemplar una obra, es que cuando el espectador la percibe realmente, se detiene a observarla y la considera como arte, es en ese momento en el que la persona que forjó esa obra se convierte en artista.

Por otra parte, para entender la concepción que existe en nuestra sociedad y más concretamente en el mundo educativo sobre el arte, hay que tener en cuenta que el desarrollo artístico se ha pretendido estructurar mediante unas serie de pautas o normas que un profesor impone, sin dejar paso a la creatividad, y la mayoría de las veces etiquetando a las personas válidas para la creación de arte frente a las que no lo son, a pesar de que el desarrollo artístico es más que unas normas y reglas a seguir, es más que un puzle con huecos donde solo hay un lugar correcto para poner las piezas. Para entender mejor esta idea, os contaré una parte de la charla-coloquio que nos dio Miguel Ángel Tidor en nuestra clase de educación plástica y sus dificultades de enseñanza- aprendizaje.

Él nos habló de un modo irónico pero a la vez con una crítica mordaz, refiriéndose a que, a la hora de impartir las clases de educación plástica en infantil se hace mediante unos libros, que en la mayoría de los casos no dependen de si su contenido es mejor para enseñar esta materia, sino de lo que la editorial te regale al centro al comprar los libros. Estos libros no se caracteriza por desarrollar en el alumno un pensamiento y mucho menos una reflexión sobre ese pensamiento. Por ejemplo, en el libro te ponen una plantilla en la que tienes que dibujar un barco (te ponen los tipos de barco que puedes dibujar, no otros) y hay dos imágenes iguales, con una playa y el mar de fondo, debajo de una pone que dibujes el barco cerca de la playa, y debajo de la otra que lo dibujes lejos de la playa. ¡Y ya está!, el niño se debe ceñir a dibujar uno de aquellos barquitos cerca o lejos y por su puesto entre todos los alumnos de la clase habrá algunos que lo dibujen mejor, que serán a los que se les pida que entren en algún concurso de dibujo.

Esta es sólo una manera de ejemplificar como se orienta y normaliza la enseñanza de la educación plástica, de forma que realmente no se enseña al alumnado el alcance de esta materia y el desarrollo artístico posterior.

No debemos olvidar que el arte está en todas partes, en todo lo que nos rodea: en anuncios, en galerías de arte, en un dibujo, en una fotografía,…. Depende de nosotros que seamos capaces de mirar, es decir, por una parte podemos tener la inquietud de mirar todo aquello que nos rodea desde diferentes ángulos, por otra nos pueden enseñar o ayudar a aprender como mirar y al final nosotros, quizás, sin ayuda, podremos mirar de otro modo. Realmente, si lo pensamos con frialdad, nos daremos cuenta que llevamos tanto tiempo mirando a través de una cuadrícula, que ya sólo vemos las líneas de ésta y no más allá.

Siguiendo esta línea de pensamiento, podríamos dividir en tres, las formas de mirar el mundo desde una perspectiva artística; tres tipos de personas con diferentes concepciones de cómo mirar el arte. En primer lugar, nos vamos a encontrar que hay personas que necesitan un empujón para ver, entender e interpretar el arte. Estamos hablando de aquel tipo de persona que no sabe si iría a una galería de arte, porque cuando ve un cuadro, una escultura, una fotografía, etc., no sabe interpretarla todavía, no sabe ver más allá que una realidad concreta y simple. En segundo lugar, hay otras personas que siempre han mirado a través de esta cuadrícula; que tienen un pensamiento artístico, personas que miran el mundo desde otra perspectiva. Cuando hablamos de estas personas, hablamos de artistas o de personas que se acercan mucho al arte, para las una parte de su ser se conmueve cuando ven una obra, son ese tipo de personas que serían capaces de crear cosas magníficas. Y por último, hay un tercer tipo que tienen miedo a salir de ese lugar seguro, pues están protegidas; en definitiva, no saben o no quieren expresar lo que sienten y piensan sobre todo aquello que se relaciona con el mundo del arte. Son ese tipo de personas que no iría a exposición de arte, que no les sugiere nada un cuadro, una fotografía, etc.

Para ir finalizando con este ensayo, realizaré una serie de conclusiones que nos van a permitir concretar la línea argumental seguida en este trabajo, y así acabar con una conclusión y reflexión final.

Hemos podido ver como el desarrollo artístico se da por esa capacidad innata que tenemos las personas, que es el pensamiento y el desarrollo de las ideas. Como el ser humano es un ser íntimamente relacionado con el arte y la trasformación del mundo que le rodea, es así capaz de crear cosas nuevas.

Es importante resaltar, que para que se produzca el desarrollo artístico necesitamos la educación y la forma en la que desde la educación se puede potenciar el mismo. Aunque en muchos casos, puede ser un camino difícil y las condiciones actuales de enseñanza no son muy propicias, es posible enseñar el arte y es posible, posteriormente, que esas personas tengan un desarrollo artístico.

Y por último, después de todo el desarrollo de pensamiento expresado en estas páginas, he llegado a una reflexión final que es más importante para mí y que consiste en que cuando consideré este tema, lo pensé porque realmente quería creer (y en parte sigo creyendo) que todos tenemos madera de artistas o podemos ser artistas, pero muy a mi pesar en el desarrollo de este discurso, así como en el desarrollo de nuestra clase de educación plástica y sus dificultades de enseñanza-aprendizaje, me he dado cuenta que no es totalmente cierto. Es decir, que sólo algunas personas saben mirar de una determinada forma. Sólo algunos privilegiados que saben producir arte y entienden lo que otros “artistas” hacen y quieren transmitir con sus obras.

En definitiva, es posible que yo tenga un pensamiento demasiado práctico, que en este tema del desarrollo artístico sea demasiado pragmática y aunque sé mirar de muchas maneras diferentes el mundo de lo artístico, sigue habiendo tipos de arte que no me “llegan”, que no entiendo y puede ser que no llegue a entender nunca.

Considero que, como ya he dicho antes, no siempre comprendemos lo que el autor de una obra nos quiere transmitir y esto ocurre porque sólo el autor de la obra entiende lo que quería expresar cuando la hizo, porque el arte es subjetivo.

Posiblemente hay veces que el fin de la obra, es que te confundas. También puede ser que al ver una obra, veas una cosa diferente a las demás personas que ven esa obra y quizá ninguna de esas cosas fueron las que pensó el artista. Por consiguiente: no todos tenemos la capacidad de mirar una obra y verla desde todas las perspectivas hasta poder captar lo que nos quiere mostrar.

Posiblemente el mito de que los llamados “artistas” son o están hechos de otra pasta, no sea un mito sino una realidad. Es decir, que hay un tipo de persona al que llamaríamos artistas, con unas capacidades especiales para el desarrollo artístico y con un carácter y esencia personal, rodeado de un “algo” místico, raro, futurista..., esa esencia del “ser artista” no es una meta alcanzable para todos, sino solo para aquellos dotados de esas habilidades y características personales. Evidentemente todos tenemos la posibilidad de aprender, de potenciar o desarrollar nuestras capacidades artísticas, pero siempre tendremos un límite, por encima del cual no podamos continuar dicho desarrollo. El quid de toda la cuestión es el umbral o límite que se ha de superar para ser ARTÍSTA, así, en mayúsculas y que, lamentablemente, será una meta sólo alcanzable para unos cuantos, aunque otro podamos rozarla en ocasiones.

Para terminar este ensayo con buen pie, os voy a contar un cuento que encontré en un libro de Jorge Bucay, el cual refleja de alguna manera lo que puede pasar con el desarrollo artístico y su aprendizaje en las personas.

Un campesino encontró una tarde, en la parte de atrás de su jardín, un huevo muy grande y moteado. Nunca había visto nada igual.

Entre sorprendido y curioso, decidió entrarlo a la casa.

- ¿Será un huevo de ñandú?- le preguntó su mujer.

- No tiene la forma- dijo el abuelo-, es demasiado abultado.

- ¿Y si lo comemos?- propuso el hijo.

- Quién sabe si no sea venenoso- reflexionó el campesino-. Antes deberíamos saber qué clase de bicho pone eso huevos.

- Pongámoslo en el nido de la pava que está empollando- propuso la menor de las hijas-, así, cuando nazca, veremos qué es…

Todos estuvieron de acuerdo y así se hizo. Aunque todos en la casa se olvidaron del pobre huevo.

A los quince o veinte días rompió el cascarón un ave oscura, grande, nerviosa, que, con mucha avidez, comió todo el alimento que encontró a su alrededor.

Cuando el alimento disponible se había terminado, el extraño pájaro miró a la madre con vivacidad y le dijo entusiasta:

- ¿No vamos a salir de cazar?

- ¿Cómo a cazar?- preguntó la madre un poco asustada.

- ¿cómo que cómo?- acotó el polluelo-. Volando, claro. ¡Anda, vamos a volar!

Mamá pava se sorprendió muchísimo con la proposición de su flamante crío y armándose de una amorosísima paciencia le explicó:

- Mira, hijo, los pavos no vuelan. Estas cosas se te ocurren por ser glotón. Hace muy mal comer apurado y peor aún comer de más.

De allí en adelante, advertida por su madre de las locas veleidades de su nueva cría, la familia avícola intentó ayudar a que el pavito comiera menos y más despacio. Le acercaban el alimento más ligero y lo animaban a comer más serena y pausadamente.

Sin embargo, apenas el pavito terminaba su almuerzo o su cena, su desayuno o merienda, irremediablemente solía gritar:

- Ahora, muchachos, vamos a volar un poco.

Todos los pavos del corral le explicaban entonces nuevamente:

- No entiendes que los pavos no vuelan. Mastica bien, come menos y abandona esas locuras, que un día te traerán problemas.

El tiempo pasó y el pavito fue creciendo, hablando cada vez más del hambre y cada vez menos de volar.

El polluelo creció y murió junto con los demás pavos del corral y terminó como todos, asado al horno una Navidad, en la mesa del campesino.

A nadie le gustó su carne, era dura y no sabía pavo.

Y eso era lógico, porque el polluelo no era un pavo, era un águila, un águila montañesa capaz de volar a tres mil metros de altura y de levantar una oveja pequeña entre sus patas…

Pero se murió sin saberlo… Porque nunca se animó a desplegar sus alas… ¡Y porque nadie le dijo nunca que su esencia era la de un águila!

Trabajo de investigación teórico-visual. Ensayo-Fotos